En un día cualquiera, puede notar que Fluffy busca continuamente un rayo de luz en el que tomar el sol para su siesta de la tarde. Del mismo modo, Fido puede encontrar el lugar más cálido y soleado de su jardín para acostarse y relajarse después de una larga caminata o una mañana de juego.
¿Por qué? Al igual que los humanos, a muchos animales simplemente les gusta la sensación relajante del sol en su piel y pelaje. Pero es probable que haya otras razones relacionadas con su fisiología y sus instintos de autoconservación.
Estas son algunas de las razones más comunes por las que a los perros y gatos les gusta tumbarse al sol.